Antes de hablarte de la marca, quiero hablarte desde el corazón.
Soy una mujer como tú: soñadora, apasionada, ¡y con muchas ganas de crear algo que inspire!
María Mía nació de un legado familiar lleno de amor. Mi padre la fundó con una profunda atención a los detalles y un gran respeto por la calidad. Años después, la vida me dio la oportunidad de tomar el timón y transformarla en algo que hablara no solo de diseño… sino de mujeres reales, de historias que merecen ser contadas.
Durante un voluntariado en el extranjero, conocí mujeres fuertes, valientes, ¡que me hicieron ver el mundo con otros ojos! Ahí entendí que quería que esta marca fuera más que bolsos: ¡quería que fuera un espacio de conexión, empoderamiento y autenticidad!
Hoy, cada pieza que creamos en María Mía lleva un pedacito de esa historia, de esa intención y de esa emoción. Aunque no soy la diseñadora, tengo la suerte de trabajar junto a una increíble profesional que comparte nuestro propósito y crea con el mismo amor y dedicación, asegurando que cada diseño refleje nuestra esencia y empodere a quien lo lleve.
Mi compromiso como fundadora es ofrecerte una experiencia cálida y cercana. Desde el desarrollo de cada diseño hasta la entrega final, cuido cada detalle con dedicación. Me esfuerzo por brindarte un servicio rápido, eficaz y lleno de atención personalizada, porque quiero que te sientas valorada y acompañada en cada paso de tu experiencia con María Mía.
En María Mía, sabemos que calidad es mucho más que un material.
Utilizamos piel genuina de la más alta calidad, un material que representa la fuerza y autenticidad de la mujer que lo lleva. Nuestras bolsas están hechas para durar, acompañarte en cada etapa de tu vida y mejorar con el tiempo, porque creemos que cada detalle cuenta y cada pieza tiene que ser tan única como tú.
¡Gracias por estar aquí! Gracias por leerme. Y sobre todo, ¡gracias por ser parte de este camino que apenas comienza!
¡Bienvenida a María Mía! ¡Bienvenida a algo hecho para ti!
